Escuchame un pochito
!Te quiero hablar!
Dejame sòla
y doname un monte azul
donde puedo correr
hacia la factorìa
de los suenos fràgiles
y como un airòn
volar
sin pensar a llevar
te misma
àrida contabilidad!
Sòlo un momento
para admirar
las estrellas rojas
entre nubes angèliches
y susurrar a los flores parablas buenas
y saturarme del soplo del viento
y despojar la mente
y abandonar artificios
y llamar el mi nombre, libre,
por el balance crudo,
nombre trèmulo pero desdunado
por la severa ola
de nùmeros jamàs agradezcos…
!Contabilitad!
Escucha el mi sonido
antes que la puesta del sol
no me traga
ademàs del limite despiadado
de los horizontes infinitos.